La importancia de cubrir una de las principales partidas del balance de cualquier empresa

La planificación financiera se revela extremadamente importante en un escenario como el actual, en el que se mantienen las restricciones en cuanto al flujo de crédito procedente de las entidades financieras, circunstancia que obliga a las empresas a gestionar con una mayor eficiencia y efectividad sus recursos financieros más operativos, los que afectan a la financiación del ciclo de explotación del negocio.

Las finanzas operativas quedarán supeditadas a la evolución de los elementos patrimoniales más líquidos del Activo (Caja, Derechos de cobro, Existencias,…) y los que tienen que ver con las partidas más exigibles de la parte del Pasivo (Proveedores, Acreedores varios, Personal,…) en base a que se producirán unas necesidades operativas de financiación que se satisfarán con recursos ajenos de C/P, fundamentalmente a través de deudas con entidades de crédito.

 Ante esta situación de restricción crediticia, optimizar los recursos más operativos del balance se convierte en algo capital dado el actual escenario financiero al que se enfrentan las empresas en estos momentos. Para ello, precisarán realizar un análisis y diagnostico en cuanto a sus necesidades financieras para desarrollar su actividad económica con normalidad, y sin los sobresaltos que representan los problemas de liquidez que acaban derivando en incumplimientos de pago ante los proveedores.

Las necesidades operativas de financiación dependerán de cómo se comporten los elementos de Activo más operativos, sobretodo el que se refiere a los derechos de cobro (la cuenta de clientes) por representar la mayor cuantía entre las diferentes partidas del  Activo Corriente. El hecho de tener controlada esta partida de balance en cuanto al cumplimiento de los plazos de pago establecidos con sus clientes, puede suponer el alivio financiero que precisan las empresas para desarrollar sin problemas financieros su día a día de trabajo.

Cuanto menos importe tengan en el saldo de clientes mayor será su capacidad de maniobra e independencia frente a los proveedores de recursos financieros, fundamentalmente entidades bancarias, por eso reducir los periodos medio de cobro a clientes e impedir que se sucedan los retrasos en los pagos, y los tan denostados fallidos, les proporcionará una menor dependencia de los agentes financieros externos.

La mejor forma de proteger la cuenta de clientes, una de las principales partidas del balance de la empresa desde el punto de vista de la liquidez, es a través de un seguro de crédito comercial, un producto a través del cual se consigue normalizar los pagos de los clientes, ahuyentar y minimizar el riesgo de impago de sus deudores ante la simple presencia de una compañía aseguradora que vigila el buen término de la operación comercial.

Rubén Vázquez Mazaira, Dpto. de Crédito y Caución (credito@s4net.com)